EL TEATRO GRIEGO
La tragedia es una de las grandes creaciones del pueblo griego. Su período de esplendor fue entre los siglos V e IV la.C. Las características de la tragedia griega son las siguientes:
· Temas: Utiliza la mitología y las leyendas de épocas remotas; a menudo tienen que ver con los héroes de los poemas de Homero.
· Argumento y acción. La tragedia incluye la muerte como elemento fundamental, muerte unida a destinos trágicos, los grandes conflictos familiares, personales y sociales.
· Personajes: Suenen ser pocos y de diversos estamentos: los personajes principales son de clase alta (reyes, nobles y sus hijos y parientes) y hay personajes secundarios como soldados, mensajeros, adivinos... Se presentan en escena igualmente hombres y mujeres. Suele actuar el coro, unas veces como comentarista de lo que acaba de ocurrir, otras como anticipador de lo que va a suceder, e incluso también puede funcionar como la conciencia del espectador y expresar su profunda reflexión. Papel relevante es la del corifeo o guía principal del coro.
· Grandes pasiones: En el desenrollo de los argumentos entran a formar parte las grandes pasiones del ser humano como la venganza, el amor, el deber, los celos, la avaricia, el odio, la defensa de la patria...
· El hado y la libertad: Hay en la tragedia griega influenza del hado o sino que pesa sobre los personajes, pero también quedan márgenes de libertad para que la persona tome sus decisiones y sea responsable de sus actos.
· El elemento religioso: Los personajes acuden frecuentemente a los dioses y el más allá, como referente de conductas y como inspiradores o condicionadores de las acciones humanas.
Los tres grandes autores trágicos griegos fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
- Esquilo (h.525-456 la.C) fue quien introdujo las innovaciones que dieron forma definitiva a la tragedia, sobre todo al incluir en escena, además del coro, dos personajes, y más tarde, influido por Sófocles, un tercero, y al fijar la indumentaria de cada actor. De él sólo se conservan siete obras: la trilogía La Orestíada (Agamenón, Las Coéforas, Las Euménides), Prometeo encadenado, Las suplicantes, Los persas y Los siete contra Tebas.
Los temas de Esquilo están basados en la mitología y las leyendas. Sus personajes, como en las epopeyas, tienen reacciones desmedidas en la lucha contra uno trágico destino que les viene impuesto. La trama siempre es sencilla, los finales son conocidos por los espectadores, porque pertenecen a la tradición, y lo que queda como importante es la lección moral que se desprende de las acciones que los personajes se ven obligados a realizar.
- Sófocles (495-405 la.C) logró algunas innovaciones importantes en el teatro griego de su tiempo al introducir el tercero actor, al aumentar los componentes del coro y al lograr que sus personajes evolucionaran a lo largo de la acción. Ya no son los héroes semidivinos de Esquilo, sino ser cercanos que razonan, sufren y se enfrentan a dilemas en los que tienen que decidir. De las aproximadamente 130 obras que escribió, nos llegaron íntegras siete: Edipo rey, Antígona, Electra, Áyax, Traquinias, Filoctetes y Edipo en Colono. Edipo rey es considerada la obra más importante de Sófocles. El argumento es el siguiente: El rey Layo tiene un hijo, Edipo, Los oráculos avisan a Layo de que su hijo lo matará y que se casará con la reina. El rey manda matarlo pero su verdugo se apiada de Edipo y lo abandona en un bosque. Finalmente sucede lo que los oráculos predijeron . Edipo mata a su padre y se casa con su madre (Yocasta). Al conocer la verdad, abrumado por su mala suerte, se arranca los ojos y se echa en peregrinaje.
- Eurípides (480-406 la.C). Fue el tercer gran trágico griego. Como sus predecesores, tomó también sus temas de las antiguas leyendas sobre Troya o Tebas, pero se diferencia de Sófocles o Esquilo en el modo de tratarlos. Sus personajes pierden la grandeza épica, el tiempo que ganan en la trágica humanidad: el autor los muestra llenos de pasiones que están siempre rozando las acciones más viles. El teatro de Eurípides resulta a menudo pesimista por la abundancia de crímenes, suicidios y trágicos destinos. Tal vez por esto, Eurípedes en su vida tuvo menos éxito que Sófocles. De él se conservan dieciocho tragedias y un drama satírico. Las obras que más se recuerdan en la actualidad son: Medea, Electra, Ifigenia en Táuride, Ifigenia en Aúlide, Andrómaca e Hipólito. Medea relata la venganza de la mujer enfurecida ante el rechazo del marido. Al verse repudiada por Jasón, que se va con Creusa, mujer más joven y rica, Medea trama la venganza. Él la quiere convencer diciendo que es bueno que se case con la hija de un poderoso, pues así sus hijos (los de Medea y Jasón) llegarán a más. Simulando obedecer a Jasón, Medea ejecuta la venganza enviando a la novia una túnica que abrasará a quien la encuentre. Además, Medea sigue con su venganza al matar a sus propios hijos.
LA COMEDIA GRIEGA:
Frente a las clases altas, que gustaban más de la tragedia, el pueblo llano se veía más identificado en la comedia y disfrutaba con las burlas y sátiras, sus parodias y risas. Destacan los autores: Aristófanes y Menandro
- Aristófanes. Fue uno de los cultivadores de la comedia griega. Conocemos de él solamente once comedias, en las que criticaba la charlatanería de políticos y de filósofos, se manifestaba contra la guerra y se burlaba de escritores y de toda clase de personajes, como Sócrates, Eurípides... Sus obras ya no transcurrían en palacios de reyes o príncipes, sino en la calle, por donde pululaban ser ignorantes, ambiciosos, ridículos, piadosos, malvados...Con Aristófanes llegó al teatro la vida de cada día, la gente sencilla. Y su finalidad no está en la reflexión sobre los grandes dramas humanos, sino que pasa a ser la alegría de las fiestas. Por eso, sus obras están llenas de chistes, juegos de palabras y de todo tipo de situaciones disparatadas, en lo que aparece con frecuencia un lenguaje donde abunda lo sensual, sexual y escatológico. Entre sus obras destacan: Lisístrata, La Paz, Las ranas, La asamblea de las mujeres, Las avispas y Las aves.
- Menandro (h.342-h.291 la.C.), Frente a la comedia de Aristófanes, de intención política y principalmente burlesca, la comedia de Menandro se acerca más a un teatro de costumbres, acorde con una sociedad más urbana y estabilizada. Ahora no se ridiculizan a políticos, filósofos o escritores, sino a estereotipos como el avaro, el soldado fanfarrón, la chica desventurada, el joven y sus amoríos, la interesada cortesana o el esclavo infiel. De Menandro sólo se conserva íntegra una única obra: El misántropo; es una verdadera comedia de costumbres, de ambiente rural y acertada caracterización de personajes.
EL TEATRO LATINO:
Frente al teatro griego, que brilló más en la tragedia, el pueblo y el carácter romano prefirieron la comedia, con su tono satírico y jocoso. Como consecuencia, el coro pierde protagonismo y cambia sus funciones, limitándose a cantar algunas canciones al largo de la obra. Además, aumenta la importancia del gesto o el mimo como mecanismo de comicidad.
- Su intención principal era criticar, ridiculizar y hacer reír. Hay una burla por parte de los autores de las instituciones, oficios y costumbres de la sociedad de su época.
- Sus personajes eran muy variados y próximos a los espectadores: amos y criados (servus), comerciantes, soldados fanfarrones ( miles gloriosus), viejos engañados, viejos avaros, alcahuetas, mujeres de la vida alegre o severas matronas, chicas impetuosas.
- Lenguaje coloquial y de la calle.
- No están ausentes las reflexiones morales o intención aleccionadora.
- Presentan a menudo un acercamiento o trato irreverente hacia los dioses.
- Sus temas son también cotidianos: avaricia de unos y miseria de otros, amores y engaños, presunción y fanfarronería, educación y juventud, bromas de los criados y violencia de sus amos.
Los tres grandes autores teatrales latinos fueron: Plauto y Menandro.
- Plauto: Es el comediógrafo latino más importante. Se inspiró a menudo en la comedia griega, pero desposeyó a los antiguos temas de solemnidad y les dio el tono festivo e irónico que tan bien cuadraba con su carácter, al tiempo que cargaba sus obras de alusiones a temas romanos y las divinidades latinas. De su amplia producción se recuerdan principalmente: Anfitrión, La olla y El militar fanfarrón.
Anfitrión es una desmitificación del nacimiento de Hércules, de tal manera que un asunto de la antigua mitología se convierte en pura e irreverente farsa.
En La olla , Plauto trata el tema de la avaricia: el avaro Euclión tiene una hija nueva, Fedria, y un tesoro legado por sus abuelos (una olla de oro), que encontró escondido en casa. Hacia el final de la obra, le roban el tesoro. Y su hija va a tener un hijo con el joven vecino Licónides. Euclión está enfurecido porque no encuentra el tesoro y Licónides está muy preocupado porque cree que Euclión puede enfadarse con él por el estado de su hija. La olla es una obra muy imitada después por otros autores, como el francés Molière.
Otra de sus obras es El militar fanfarrón. Su argumento es el siguiente: Pirgopolínices, un soldado fanfarrón del que se burlan hasta los esclavos, rapta a Filocomasia, cortesana ateniense, y se la lleva a Éfeso consigo; además, el mismo militar recibe como regalo de unos piratas a Palestrión, criado del joven ateniense Pléusicles, que estaba enamorado de Filocomasia, al igual que ella de él. Pléusicles viaja también a Éfeso para intentar recuperar a Filocomasia, y se hospeda en la casa contigua a la del militar. El criado hace un agujero en la pared, para que los enamorados puedan verse. Escéledro, uno de los criados del militar descubre a Filocomasia y Pléusicles besándose, pero ellos y Palestrión lo niegan, y les hacen creer que ha llegado de Atenas la hermana gemela de Filocomasia, que era la que se estaba besando con Pléusicles. Con la complicidad de Periplectómeno, el viejo vecino del militar, Pleúsicles y Palestrión tienden entonces una trampa al soldado, haciéndole creer que la mujer del vecino está enamorada de él, y le envía un anillo de regalo como prueba de su amor. Palestrión aconseja al militar que abandone a Filocomasia, que la deje marcharse a Atenas con su hermana gemela y que además le regale sus joyas para ganarse su perdón. Pléusicles finge ser un capitán que viene a buscar a Filocomasia, de parte de su madre enferma. El militar libera a Palestrión en agradecimiento por sus servicios, y éste se marcha con Pléusicles y Filocomasia, que se finge apenada por tener que separarse del soldado. Cuando el soldado entra a casa del viejo, éste lo retiene y lo acusa de adúltero, y hace que su cocinero lo azote hasta que Pirgopolínices promete no tomar represalias contra nadie por los azotes recibidos.
- Terencio: En las seis obras que se conservan de Terencio, destaca Los hermanos o Adelfos. Su tema es la oposición entre una educación tradicional y austera, defendida por los mayores, y una educación más libre y comprensiva, que conduce a la nobleza y a la sinceridad. Terencio a veces imita a Plauto, pero tiene una comicidad más mesurada, sin caer en el lenguaje vulgar ni en las duras bromas de aquel. Por el contrario, sus obras tienen un toque serio, urbano, y están llenas de reflexiones morales dirigidas a un público más culto.
Influencia posterior del teatro grecolatino
El teatro griego tiene su origen en las celebraciones al dios Dionisio. En sus orígenes más primitivos se formaban coros que entonaban cantos, los cuales dieron lugar a la tragedia y a la comedia.
Los autores más importantes son: Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes en comedia.
El teatro latino nace bajo la influencia del teatro griego, como gran parte de su literatura. Debido al sentido más práctico de los romanos, la literatura adquiere un carácter más histórico, didáctico y funcional. Los dos autores más importantes son Plauto y Terencio.
William Shakespeare
Una de las figuras más importantes de la literatura universal. Pese a que fue poeta, su fama se debe a su producción dramaturga.
Al igual que los dramas clásicos, en especial los griegos, la obra poética de Shakespeare refleja a la perfección el alma humana, los sentimientos y las pasiones más profundas.
La tragedia griega, sin duda es una fuente importante de la que beben obras como Hamlet, Otelo o Macbeth. En todas ellas los personajes son perseguidos por el fatalismo y la muerte. El sentido trágico de las obras griegas se traspasa a la tragedia de la venganza y la duda en Hamlet, la tragedia de los celos en Otelo o la tragedia de la ambición en Macbeth.
La comedia del arte italiana
La Commedia dell'Arte en Italia nacen el siglo XVI. La característica principal de éste género de comedia es que se trata de una sencilla trama previamente definida pero en la que los personajes improvisan el texto.
Sus obras nos permiten conocer el reflejo social de una época a través del sarcasmo de los personajes.
Sin duda alguna la comedia del arte está muy influenciada por el teatro latino. Se piensa incluso que este teatro es una renovación de la comedia latina.
Sin duda las obras presentan similitudes con las comedias de Plauto y de Terencio, y poseen la misma finalidad: provocar la risa en el público y llevar a cabo una sátira social y política. Este rasgo último es una característica fundamental del teatro de Plauto en obras como el Anfitrión o el militar fanfarrón.
Además este teatro es una evolución de la farsa atelana, propia del teatro latino, en la que el rasgo más notorio es la improvisación entorno a unos personajes fijos.
Por último, la influencia de un género en el otro llega hasta el lenguaje empleado. La lengua latina ha sido otro punto de conexión entre un teatro y otro.
Clásicos franceses del siglo XVII
La literatura clásica también está presente en el teatro del siglo XVII, en especial en el que se desarrolló en Francia.
El autor que más bebe de los clásicos es Jean Racine. Ecribió obras como Britannicus, donde aparece un cuadro de la vida y de la sociedad romana inspirado en Tácito. O su obra Ifigenia, basada en la obra del dramaturgo griego Eurípides. A lo largo de la composición dramática de Racine encontramos un nexo común el destino adverso de los protagonistas. Una tragedia en la que los protagonistas al igual que en el teatro clásico son víctimas de sus pasiones y representan tipos humanos muy marcados.
El teatro de la crueldad
Vamos a incluir este teatro, no por la influencia directa que recibe del clásico, sino porque esta corriente del siglo XX es la antítesis del drama clásico.
Los autores del teatro de la crueldad reprochan a los clásicos el exceso de preocupación por los conflictos humanos, la separación entre público y escenario, y el predominio del texto sobre el cuerpo y su gestualidad. El teatro debe ser donde el hombre se reúna con fuerzas cósmicas divinas. En resumidas cuentas, una visión renovadora y novedosa de este género que choca con las corrientes más antiguas.
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