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"La eternidad es una rara virtud de la literatura". Adolfo Bioy Casares.







4º ESO LIU

martes, 15 de octubre de 2019

TEMA 3. RENACIMIENTO. NARRACIÓN RENACENTISTA EN PROSA. BOCCACCIO.



 El Renacimiento es un movimiento cultural que pretendía el volver a los ideales artísticos propios del mundo grecolatino. En Italia el Renacimiento florece en los siglos XIV Y XV. A finales del XV se extiende al resto de Europa, donde triunfa plenamente en el siglo XVI.
- Se debilita el sistema feudal, característico de la Edad Media.
- Se produce una mayor valoración del hombre (antropocentrismo), que ocupa el lugar antes reservado a Dios.
- El mundo ya no es un valle de lágrimas sino un lugar de goce.
- Surge en el Renacimiento el movimiento intelectual y cultural del Humanismo, que presenta las siguientes características:
• El resurgir de los clásicos, que se toman como modelos. De ahí la reaparición de temas, géneros y formas procedentes de la antigüedad grecolatina (mitología, temas pastoriles …)
• El estudio de las lenguas clásicas: griego y latín.
• El auge de las lenguas romances, que se convierten en objeto de estudio y en el vehículo de la producción literaria.

El género narrativo en las literaturas romances se expresa en primer lugar en verso: en la poesía narrativa épica (cantares de gesta y romances), en las historias caballerescas del ciclo artúrico de Roman de Troyes y en las obras de temática religiosa y didáctico-moral del Mester de Clerecía.

En los siglos XIII y XIV comenzamos a tener ejemplos de género narrativo en prosa tales como

.  las prosificaciones del ciclo artúrico—recibirán el nombre de roman/romanzo/romance, cuyas características: son narraciones largas, idealistas, con personajes heroicos y amor caballeresco.

. O las colecciones de cuentos e historias breves- recibirán el nombre de nouvelle/ novella / novela. Las características son que son narraciones cortas, costumbristas y presentan amores realistas, con un tono pícaro y satírico.

La narración breve es un género que, aunque también está relacionado con la tradición de los exempla, surge influido por la literatura italiana, especialmente por la obra de autores como Boccaccio. El Patrañuelo, una colección de breves narraciones de Joan Timoneda, es la obra española más destacada del siglo XVI en este tipo de prosa. Es en este género donde se encuadra el autor que aquí vamos a destacar: Boccaccio.
 GIOVANNI BOCCACCIO
 De entre todos los autores de esta época destaca Boccaccio (1313-1375), pues con él aparece en la literatura occidental la prosa capaz de realismo y de comicidad: la novela corta. Parece seguro que fue hijo natural, que nació en Certaldo y que pasó su infancia en Florencia. En 1327 el padre se estableció en Nápoles. Allí ejerció actividades mercantiles al tiempo que se movió en el ámbito cortesano, donde conoció a Fiammetta, hija natural del rey de Nápoles. Su figura dará nombre a una de las obras del autor y aparecerá como personaje en el Decamerón.
En 1340 vuelve a Florencia para establecerse allí. De este tiempo son sus misiones diplomáticas ante diversos señores y papas y su orientación hacia el sacerdocio.
En este período tenemos que destacar dos acontecimientos fundamentales tanto para la literatura como para su vida personal; estos son: la Peste Negra de 1348, marco del Decamerón, la amistad con Petrarca, origen de una orientación prehumanista que supuso un cambio en sus principios morales, que se vio reflejada en su obra Corbaccio y un cambio de intereses literarios, que le llevará a valorar más la dedicación a actividades eruditas, a la mitología y al estudio y difusión de la obra de Dante.
La actividad de Boccaccio se expresó en dos vertientes muy claras, que caracterizan dos períodos igualmente definidos, separados por el año 1345: a una primera de creaciones artísticas escritas en toscano, siguió otra de preocupaciones eruditas escritas en latín.
.En las primeras predomina el tema amoroso, pero un amor en absoluto estilnovista o platónico; sino todo lo contrario, humano, expresión de la realidad de la carne; un amor que espolea la inteligencia con el fin de conseguir el fin que se propone, lo que llevará a un ambiente de drama o de tragedia.
Sus obras en toscano pueden clasificarse en dos grandes grupos.
POEMAS y NOVELAS. En estas últimas cultivó, entre otros, el género sentimental: Elegía di Madonna Fiammetta obra, más o menos autobiográfica, el género de sátira antifeminista: El Corbaccio y su gran obra, el Decamerón
.Sus obras en latín, de gran influencia en la literatura europea posterior, obras de varones y mujeres ilustres: De casibus virorum illustrium y De mulieribus claribus.
El Decamerón: es la obra más conocida de Boccaccio. Su título significa “los cien días “y es una colección de cien relatos breves .El libro fue calificado tradicionalmente de obsceno por sus temas, hasta que en el s. XIX, se criticó esta visión reduccionista, valorando en él la expresión de la alegría de vivir que se libera de la mentalidad medieval. Hoy en día está considerada como la obra cumbre de la novelística medieval y el anticipo de la literatura en prosa humanista o renacentista, ya que rompe con el afán moralizador medieval al no pretender ningún afán moralizador ni ejemplarizante.( LA ESTUDIAREMOS EN PROFUNDIDAD EN EL APÉNDICE)

OTROS AUTORES :
 Sannazaro
Escribió la Arcadia. Con ella Sannazaro inauguró el género de la novela pastoril, que tendría un amplio desarrollo en el Renacimiento europeo, sobre todo en España.
En la Arcadia, el protagonista (que se llama Sincero), para olvidar sus penas amorosas, se retira a la Arcadia. Allí vive entre ninfas y pastores hasta conocer la muerte de su amada.
La obra contiene todos los tópicos del género: sentimentalismo, quejas amorosas, idealización del mundo pastoril ... El entorno de la novela es el de una naturaleza idealizada según el tópico literario del locus amoenus.  En España aparecieron de este estilo Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor, La Galatea de Cervantes o la Arcadia de Lope de Vega.

 Rabelais
Es un humanista francés. Escribió Gargantúa y Pantagruel, que narran las extravagantes aventuras del gigante Gargantúa y de su hijo Pantagruel. El tono satírico, desenfadado y jocoso provocó que estas obras fueron consideradas irrespetuosas. Además, la comicidad de la obra le sirve al escritor para criticar también los problemas de su época. Estos cuentos extraían sus fuentes de los  libros de caballería en particular del ciclo artúrico. Esta colección conoció un enorme éxito.
Chaucer (1340-1400)
Los cuentos de Canterbury: Obra incompleta. Sólo tiene 23 cuentos. El plan original del autor es que estuviera compuesto por 120 cuentos narrados por 30 personajes que debían contar dos cuentos en el viaje de ida y otros dos en el de vuelta en su peregrinación al santuario de Tomás Becket, en Canterbury.
Uno de los rasgos más característicos es la omnipresencia del autor en su obra, no sólo como narrador, sino también como uno de los personajes. Pero ese “yo “corresponden a un persona ficticia, creada con mucho humor, que en nada se parece al Chaucer auténtico, hábil diplomático y eficaz funcionario de la corte inglesa. Así, se presenta como “un hombre bajito, rechoncho, distraído, tímido y algo simple”
El marco de los cuentos es más interesante que los propios cuentos (el catálogo inicial de participantes, peregrinos, como sus discusiones e introducciones a los cuentos) La temática de los cuentos es muy variada: desde una larga leyenda (romance) cortesano “El cuento del caballero”, hasta algunos cortos breves desvergonzados ”Los cuentos del molinero, el intendente y el capitán del barco”, hasta otros de aventuras e incluso historias de santos. Dos de los cuentos están escritos en prosa: el de Melibeo contado por el propio Chaucer y el cuento-sermón del párroco. El resto, están escritos en verso.
En ESPAÑA, aunque tenemos obras del s. XVI: Juan de Timoneda (Buen aviso y portacuentos/ Sobremesa y aviso de caminantes/ El Patrañuelo) su gran auge se da en el s. XVII: María de Zayas (Desengaños amorosos), Lope de Vega (Novelas a Marcia Leonarda) y Cervantes (Novelas ejemplares)
CONCLUYENDO, PODEMOS SEÑALAR QUE este tipo de narraciones fue evolucionando a lo largo del Renacimiento  generando dos tipos de manifestaciones:
  1.  PROSA RENACENTISTA DE FICCIÓN al final de un largo proceso de evolución que, desde la novela griega de época helenística, desembocará en la novela moderna. A lo largo del siglo XVI la prosa narrativa se convierte en un género con gran aceptación. Del siglo XV proceden dos modelos narrativos que continúan estando vigentes en pleno Renacimiento: los libros de caballerías (textos fantásticos sobre las hazañas de un caballero andante, como Amadís de Gaula) y las novelas sentimentales, que en esta época adquieren un gran éxito (Cárcel de amor).

  2. Por otro lado la PROSA RENACENTISTA DIDÁCTICA con autores como Maquiavelo y su Príncipe, Erasmo de Rotterdam con su Elogio a la locura, Baltasar Castiglione y  su Cortesano ( modelo de comportamiento a seguir en todo el Renacimiento) o Montaigne  lo que ya supuso la creación del ensayo.
La cuentística medieval es, por lo tanto, en sus más variadas manifestaciones  un claro ejemplo de la narrativa posterior.
CONCEPTOS:
  1. EXEMPLA
  2. EL PATRAÑUELO
  3. BOCCACCIO
  4. FIAMMETA
  5. CORBACCIO
  6. EL DECAMERON
  7. SANNAZARO
  8. RABELAIS
  9. CHAUCER
  10. CUENTOS DE CANTERBURY

APÉNDICE
ESTUDIO DE BOCCACCIO Y EN CONCRETO LA JORNADA VII DE DECAMERON
  1. BOCCACCIO Y SU ÉPOCA                                            
1.1.- BIOGRAFÍA DE BOCCACCIO (1313-1375)
                Giovanni Boccaccio está considerado el creador de la prosa italiana y el primer narrador moderno, gracias a su célebre obra el Decamerón. Con Dante y Petrarca forma el grupo de escritores maestros de la literatura italiana.
                 Boccaccio nació en 1913, aunque no sabemos con ciencia cierta donde fue el lugar de su nacimiento, se piensa que pudo haber sido en Florencia, Paris o Certaldo. Fue hijo ilegítimo de un importante comerciante florentino y se cree que su madre puede ser una noble francesa. Pasó su infancia en Florencia, y en la adolescencia fue enviado a Nápoles  para que adquiriese una esmerada educación y aprendiera el oficio mercantil trabajando en el poderoso banco de los Bardi, pero, su falta de interés por estos temas, motivó que comenzará a estudiar primero Derecho Canónico, aunque fue posteriormente cuando se dedicó a los estudios humanísticos, que fue su auténtica vocación, especialmente a la cultura grecolatina y por la cultura cortesana francesa. Fue especialmente relevante en su vida una dama, Maria dei Conti d‘Aquino, inmortalizada en sus obras con el nombre de Fiammetta (“Llamita”), a la que cortejó sin descanso con canciones y sonetos, de la que se enamoró y fue amante. Parece ser que fue ella quien puso un abrupto fin a la relación entre los dos, causándole al autor un hondo dolor.  Frente a la mujer espiritualizada de Dante, y a la idealizada de Petrarca, Boccaccio contempla a la mujer con absoluto realismo y humanidad.
                En 1340 abandona Nápoles y regresa a Florencia, llamado por su padre, dedicándose tanto al cultivo de las letras como al desempeño de cargos diplomáticos. En Florencia, en 1348, fue testigo de la epidemia de peste que describe en el Decamerón. Viajó frecuentemente por Italia y la Provenza, codeándose con la alta sociedad y especialmente con intelectuales humanistas como Francesco Petrarca, su guía y maestro.
                La tranquila vida de estudioso que Boccaccio llevaba en Florencia fue interrumpida bruscamente por la visita del monje Gioacchino Ciani, quien lo exhortó a abandonar la literatura y los argumentos profanos. El monje causó tal impresión en Boccaccio que el autor llegó a pensar en quemar sus obras, de lo que fue afortunadamente disuadido por Petrarca.
                Sus últimos años los vivió en Certaldo, cerca de Florencia, entregado al estudio y a la meditación religiosa.
                               1.2.- CONTEXTO HISTÓRICO-LITERARIO
                La vida de Boccaccio transcurre en el siglo XIV,  época de transición en Italia pues, aunque la mentalidad es todavía medieval, ya se empiezan a producir profundos cambios en la economía, en la política, en el arte y en  la ciencia que anuncian la llegada del Renacimiento.
                En las ciudades-estado italianas, el poder de la burguesía produce un cambio en las estructuras económicas: al crecer las actividades industriales y comerciales el dinero cobra una gran importancia como valor de cambio; el ser humano queda dignificado, situándose en un mundo que pretende conocer y disfrutar, incentivándose así el desarrollo de la ciencia; esta nueva mentalidad, apegada a lo terrenal, otorga un nuevo valor a los bienes materiales.
                La ciudad de Florencia, que vive un período de esplendor y en la reside durante muchos años Boccaccio,  es la cuna del Renacimiento europeo. El poder de la burguesía ha aumentado de tal forma que ya es la primera fuerza social de la ciudad, y se irá enriqueciendo a costa del empobrecimiento de la nobleza. La burguesía pretende alcanzar su propia dignidad social, con una formación cultural propia y una actitud moral caracterizada por los nuevos “valores” de la astucia y del ingenio. Esta mentalidad vitalista y utilitarista es la que Boccaccio refleja en su obra.
                De forma simultánea al ascenso de la burguesía, hay que destacar el fortalecimiento del espíritu laico gracias a la incorporación de seglares al mundo de la cultura, especialmente por la creación de las primeras universidades laicas (Florencia, 1349). El mismo Boccaccio crea la primera cátedra de griego en Europa (Florencia, 1360), dando un fuerte impulso a la cultura humanística florentina.
                El Decamerón es un claro ejemplo de la liquidación del espíritu medieval y de consolidación del antropocentrismo humanista, ofreciendo una visión del mundo terreno y material, ya que de lo religioso se pasa a lo laico, de lo moralizante a lo pagano y racionalista. La obra responde a esta naciente ideología burguesa donde la inteligencia humana triunfa sobre cualquier dramatismo.
                El HUMANISMO, movimiento literario en el que se encuadra Boccaccio, es una corriente cultural característica del período renacentista surgida en Italia en el siglo XIV y que en los siglos siguientes se extiende por toda Europa. Este movimiento consideraba al ser humano como el centro de la creación y, por tanto, con el derecho de controlar y dominar la naturaleza. Con este nuevo ideal antropocéntrico, rescatado de la antigüedad grecolatina, los humanistas tomaron como modelo el mundo clásico en todas las actividades culturales. Leyeron, tradujeron y difundieron los textos de los autores clásicos, imitaron sus escritos, estudiaron latín y griego, al mismo tiempo que cultivaban y enriquecían las distintas lenguas vernáculas,  inaugurando así otra época de culto a la razón y a la cultura.
                 La invención de la imprenta fue decisiva para este cambio de mentalidad, ya que contribuyó a la difusión de la cultura de forma extraordinaria. Por otro lado, el Humanismo produjo un cierto distanciamiento del sentimiento religioso medieval, entrando en crisis la concepción teocéntrica de la existencia humana. Lo natural se separa de lo sobrenatural, aspectos muy ligados en la Edad Media, experimentándose una exaltación de la naturaleza y una actitud vitalista que invita a gozar de la vida: juvat vivere, es hermoso vivir, es el lema de la nueva época.  En la Literatura volvemos a encontrar la utilización de tópicos literarios que ensalzan lo humano como el carpe diem, el locus amoenus o el beatus ille.
                Boccaccio, junto con Dante Alighieri y Francesco Petrarca, son los tres autores que marcan el paso de la tradición medieval al Renacimiento.
                Dante Alighieri representa aún el espíritu final de la Edad Media. Nacido en Florencia en 1265, debe exiliarse de ella a los 36 años, no regresando a ella jamás. El encuentro con Beatriz será esencial para su obra: a ella dedica los poemas recogidos en la Vida nueva (1293). Beatriz queda reflejada como un ser angelical y puro, casi incorpóreo, que, enviado por Dios para salvar el alma del poeta. La temprana muerte de la dama le ocasiona una profunda crisis. Estos poemas representan la nueva forma de escribir poesía, el Dolce Stil Nuovo, en la que el formalismo de la poesía cortés provenzal, se humaniza en la expresión de sentimientos personales. Sin embargo su obra más ambiciosa es la Divina Comedia, extenso poema alegórico en tercetos, que recoge las ideas medievales y anuncia muy tímidamente el Renacimiento. Dante nos cuenta en ella su recorrido por el Infierno y el Purgatorio, acompañado del poeta latino Virgilio, y por el Paraíso, de la mano de Beatriz.
                Francesco Petrarca, hijo de un notario florentino también desterrado, pasó su juventud en Provenza, donde conoció la poesía del amor cortés. Fue un cultísimo humanista y estudioso de los clásicos, así como un gran poeta, punto de partida del petrarquismo y de toda la lírica europea del Renacimiento. Aunque utilizó en latín para las obras que él consideró más importantes, ha sido su Cancionero, escrito en italiano, la que mayor transcendencia ha tenido. Contiene los poemas dedicados a Laura, que ya no es la dama angelical de Dante, sino una mujer real, aunque idealizada, que despierta tanto su deseos eróticos como la culpabilidad provocada por esa atracción. Su lucha interior se calma en los poemas que dedica a la dama, una vez muerta, a la que considera gozando de la presencia divina.
                Por otra parte, Boccaccio también se relaciona con los Grandes narradores medievales, pues, si a lo largo de la edad media el género narrativo se había desarrollado especialmente en verso, ahora, en el siglo XIV, la prosa se revela como el vehículo más adecuado para la narración. Así, a Boccaccio hemos de sumar el inglés Geoffrey Chaucer, autor de los Cuentos de Canterbury, relatos en verso con algunos pasajes en prosa, contados por los peregrinos, reunidos en la abadía de dicho nombre, y que constituyen unos cuadros llenos de vida  color, y el castellano Don Juan Manuel, autor de  El conde Lucanor o Libro de Patronio, en los que el joven conde Lucanor consulta a su ayo o instructor Patronio sobre conflictos que se le plantean. Patronio, en la línea del didactismo medieval, en lugar de contestarle directamente, lo hace a través de un cuento y sintetiza la enseñanza moral en un pareado final. Estas tres grandes obras narrativas del siglo XIV, a pesar de las diferencias de tono e intención, tienen en común el hecho de incluir narraciones, muchas de ellas provenientes de versiones anteriores orales o escritas, enmarcadas en una estructura narrativa (los jóvenes que huyen de la peste en El Decamerón, los peregrinos que se distraen en la abadía de Canterbury, el conde Lucanor y su ayo Patronio) que les presta unidad. Estamos, pues, en el camino hacia la creación de la novela.
  1. EL DECAMERÓN Y LA OBRA LITERARIA DE BOCCACCIO.
- EL DECAMERÓN
                Durante la peste que asoló la ciudad de Florencia en 1348, y de la que el autor fue testigo, diez jóvenes (tres hombres y siete mujeres) se reúnen en la iglesia de Santa Isabel María Novella y toman la decisión de retirarse a una villa alejada de la ciudad para escapar a la peste.
                En este lugar, para evitar recordar los horrores que han dejado atrás, los jóvenes se dedican a relatarse cuentos los unos a los otros. Permanecen en la villa durante catorce días, pero los viernes y los sábados no relatan cuentos, por lo que sólo se cuentan historias durante diez días (de ahí el título de la obra). Cada día uno de los jóvenes actúa como «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos (excepto los días primero y noveno, en los que los cuentos son de tema libre). En total, se cuentan 100 relatos, de desigual extensión.
                El título de la obra no es gratuito (Deca hemeron, diez días) y tampoco que esté en griego, y es que el autor era un entusiasta de este idioma y, de hecho, fue quien introdujo estudios de griego en Italia (el latín seguía presente pero el griego no se conocía) llevando al país a intelectuales bizantinos.
                Las fuentes de Boccaccio son variadas: van desde los clásicos grecolatinos hasta los fabliaux franceses medievales.
                El Decamerón es la primera obra en prosa italiana que sienta las bases del moderno arte de novelar, pues lo que Dante y Petrarca hicieron en verso, Boccaccio lo hizo en prosa. La base lingüística del autor es el florentino ilustre pero, dado que en el Decamerón hay diez narradores, se dan diferentes niveles en función de quién tenga la palabra. Hay, por lo tanto, un plurilingüismo muy grande. Boccaccio da forma a la prosa italiana, derivándola del latín y trasladándola a la lengua vulgar, al florentino literario de los siglos XIII y XIV.
                El tono vitalista, atrevido y despreocupado significa el final del espíritu medieval y da la bienvenida a la nueva mentalidad renacentista.             
                               3.-  TEMÁTICA DE LA OBRA
                La importancia de esta obra no reside en la originalidad de sus temas, pues muchos de ellos fueron tomados de otras obras anteriores, como los fabliaux, las colecciones de relatos en árabe o bien de otras fuentes tradicionales, por ello algunos tienen lugar en lugares lejanos y exóticos, aunque la mayoría son de ambientación realista y situados en la región de Florencia.
                Los fabliaux son cuentos franceses en verso, generalmente cómicos o satíricos, cuya única finalidad es provocar la risa. A mediados del siglo XII formaban parte del repertorio de los juglares, pero dos siglos más tarde desaparecieron, persistiendo sus temas y motivos en relatos en prosa,  a la moda italiana. Se han conservado unos 150, la mayoría de ellos anónimos. Son relatos realistas, sencillos y populares, en los que se refleja las costumbres de la clase media francesa, la incipiente burguesía. En la mayor parte de los fabliaux triunfa la astucia y el vicio sobre la virtud, por lo que la relación con la temática del Decamerón es muy evidente.
                La temática es muy variada, pues depende mucho de cada relato, sin embargo, la podemos organizar en tres grandes ejes:
a)      El tema amoroso: El culto al amor como motor esencial del actuar humano en el mundo, ya sea de corte noble y trágico, ya cómico y desvergonzado, se concibe en el Decamerón como un impulso y una fuerza que no se puede suprimir, de modo que es capaz de darse en cualquier circunstancia y en cualquier clase social, enfrentándose a prejuicios culturales o a convenciones sociales.        
 En la VII jornada aparece como inspiración y fuente de soluciones ingeniosas a las ofensas de los celos infundados contra la mujer. En esta jornada se desarrolla un tema constante del folclore y de la literatura universal: el triángulo amoroso, heredado de la tradición de los fabliaux franceses, con un desarrollo fijos: la mujer, por medio de la burla al marido (celoso, torpe, mojigato…), logra realizar, ocultar, y, en general, continuar la infidelidad. En esta jornada, lo cómico y lo erótico quedan claramente puestos de relieve, pues prevalece la defensa del sexo como instinto natural y la visión lúdica de la vida, imponiéndose la inteligencia práctica, la astucia y el ingenio, sobre la penitencia y el castigo. Por ello, el humor, la parodia, la burla, la caricatura y lo grotesco aparecen diseminados por todos los relatos.
b)      El culto a la inteligencia: no es un culto abstracto, sino humano en todos sus aspectos, desde el que se manifiesta en la astucia del delincuente hasta el que lo hace en la dignidad del caballero, pasando por la amabilidad, la magnanimidad el ingenio y la modestia. En cualquier caso, el ingenio y la astucia siempre triunfan, desde un punto de vista utilitario y pragmático. Podemos relacionar, en este sentido, el Decamerón, con el espíritu humorista y jovial del Arcipreste de Hita, en su obra Libro de Buen Amor, aunque éste sea un religioso del Mester de Clerecía del siglo XIV. El episodio de Pitas Payas podría figurar perfectamente en el Decamerón.
c)       Elogio del ideal cortés de la sociedad mercantil: en el Decamerón están presentes tanto el mundo trágico como el mundo cómico. Boccaccio fue el cantor del ideal cortés, el ideal de una vida libre de vicios, animada por grandes pasiones e impulsada por virtudes como la generosidad, la capacidad de apreciar los méritos ajenos, etc.  Los cuentos que exaltan estos ideales cortesanos contrastan con otros en los que predominan los motivos propios de una sociedad burguesa y mercantil coetánea del autor, con valores como la astucia y el dinero.
d)      La transformación de la situación de las mujeres: Boccaccio es un retratista de la psicología femenina, se erige en esta obra en defensor de las mujeres, denunciando la injusticia de su situación de encierro, de aislamiento social y el sometimiento al marido, por ello, muy en la línea del antropocentrismo renacentista, se fustiga a los maridos celosos que aprisionan a sus mujeres como objetos de su posesión, de tal forma que los engaños y burlas de éstas quedan, en cierta forma justificados, pues buscan sus espacios de libertad y de independencia.
           La mujer, en la Edad Media, había aparecido retratada en la literatura como ángel (amor cortés provenzal, Dante…) o como demonio (misoginia medieval); también como bella dama sin piedad o como mujer ingeniosa, pero en Boccaccio aparece la mujer real. En la VII jornada, y siguiendo la línea narrativa de los fabliaux franceses, aparecen mujeres ingeniosas, jóvenes y bellas, atrevidas, rebeldes, inteligentes y astutas, mujeres que reclaman su derecho a una vida propia, a disfrutar de los placeres, incluido el sexual, y de la aventura. Las mujeres triunfan sobre los maridos porque, mediante la burla, consiguen invertir una situación social injusta.
                Boccaccio dedica su obra a las mujeres que aman, el público receptor es mayoritariamente femenino, y la mayor parte de los narradores de los relatos son mujeres. Se erige en defensor de las mujeres, principalmente porque la reclusión en la que viven, en contraste con la libertad de movimientos de los hombres, impide que puedan ser aliviados sus sufrimientos amorosos. Esta obra, pues, es un importante eslabón en el camino hacia la igualdad de las mujeres. En la literatura española encontramos también retratos de mujeres que se rebelan de una forma u otra, como Melibea en La Celestina, la propia Celestina y sus pupilas, o la pastora Marcela en el Quijote.
JORNADA

REY/REINA
TEMÁTICA

PRIMERA
PAMPINEA (la de mayor edad
y experiencia)
Tema libre: temas tradicionales de
la cultura europea procedentes de la
cultura árabe.

SEGUNDA
FILOMENA (lasciva y lujuriosa)
Historias de personajes que logran su
destino pese a las dificultades.

TERCERA
NEIFILE (jovencita e inexperta)
Astucias para lograr lo deseado o
Recuperar lo perdido.

CUARTA
FILÓSTRATO (el amante infeliz)
Historias amorosas de fin trágico.

QUINTA
FIAMMETTA (llamita, amada del
Poeta)
Amores con obstáculos pero final
Feliz.

SEXTA
ELISA (ama sin ser correspondida)
Ingenios para evitar “una perdida, un
Peligro o un escarnio”.

SÉPTIMA
DIONEO (lujurioso, subversivo y
Rompedor)
Ardides femeninos para engañar a los
Maridos.

OCTAVA
LAURETTA (laurel poético)
Triunfo de la astucia y la burla sobre la
Candidez.

NOVENA
EMILIA (la gran presuntuosa)
Tema libre

DÉCIMA
PÁNFILO (todo amor,
Personificación del amante)
Temas de amor en los que triunfa  la
Generosidad.


RESUMEN DE LA JORNADA VII DE EL DECAMERÓN

                Con el relato de Emilia, comienza la jornada presidida por Dioneo y dedicada a las burlas que las mujeres realizan sobre sus maridos.

1. GIANNI LOTTERINGHI Y EL FANTASMA (Emilia). El regreso inesperado de un marido arruina la velada que la esposa tenía preparada para con su amante. Cuando éste se presenta y llama a la puerta, la mujer convence al marido de que los golpes los provoca un fantasma y, para conjurarlo, recita en voz alta lo que en realidad son las instrucciones para que el astuto galán vaya al patio y se coma la cena que ella le tenía preparada.

2. LA VENTA DEL TONEL (Filóstrato). Al ser sorprendida en casa por la llegada del marido cuando está con su amante, la napolitana Peronella simula que el mozo es un comprador de una gran tinaja que tienen. Siguiendo la corriente, el amante dice que la tinaja no está lo suficientemente limpia y el marido se mete dentro a limpiarla. Y mientras está frotando, el amante monta a Peronella, que lo celebra al tiempo que da instrucciones al marido para que siga limpiando.

3. LA ORACIÓN CONTRA LAS LOMBRICES (Elisa) Fray Rinaldo, enamorado de una casada, ahuyenta los últimos escrúpulos de ésta por el hecho de ser padrino de su hijo, o sea, casi hermano de ella, razonando que “si vuestro marido, que es más pariente de vuestro hijo que yo, se acuesta con vos, yo que lo soy menos podré hacer lo mismo o más”. El marido los encuentra de improviso pero la mujer le hace creer que Fray Rinaldo exorcisaba las lombrices a su hijo.

4. EL CELOSO BURLADO (Lauretta). Tras comprobar que viene de casa de su amante, Tofano impide la entrada en casa de su esposa Ghita. Ella le ruega y finalmente amenaza con echarse a un pozo si no abre, pero lo que hace es arrojar una piedra a las aguas para que crea que se ha tirado, a cuyo ruido Tofano sale de la casa corriendo. La mujer, que se había escondido, entra y cierra, dejándole a la intemperie,  y luego hace creer al vecindario que el infiel es él.

5. EL CELOSO CONFESOR (Fiammetta). Un marido celoso toma el lugar del confesor de la mujer y ésta, que se da cuenta de quién es, le dice que todas las noches recibe la visita de un cura. El marido pasa entonces las noches en la puerta esperando al ficticio cura mientras ella hace entrar por el tejado a su verdadero amante. La mujer demuestra su ingenio avergonzándolo por sus celos injustificados, ya que le dijo lo que le dijo al darse cuenta de que el cura confesor era él y no mentía al afirmar que cada noche recibía su visita.

6. LOS TRES HOMBRES DE ISABELLA (Pampinea). Cuando Isabella está acostada con su joven amante Leonetto, aparece un antipático pretendiente (Lambertuccio) y, para que no se ponga agresivo, le hace pasar a la alcoba mientras esconde al primero. Llega entonces de manera inesperada el marido e Isabella salva la situación diciendo al pretendiente que salga con un cuchillo en la mano, fingiendo que está persiguiendo a alguien. Así lo hace delante del marido. Cuando se va, la mujer saca a su amante y éste finge que se ha tenido que refugiar allí para librarse del furioso ataque del otro. El marido se lo cree todo y acompaña a Leonetto a su casa.

7. CORNUDO Y APALEADO (Filomena). El joven Ludovico entra en la alcoba de la dama Beatrice, tal como ambos habían planeado, pero encuentra que el marido está acostado al lado de ella, dormido. La dama le agarra la mano para que no escape y dice al marido que Ludovico ha tenido esa tarde la desfachatez de citarla para esa misma noche en el patio. El marido, vestido de mujer, baja a comprobarlo y los amantes aprovechan para solazarse. Luego, siguiendo las instrucciones de Beatrice, Ludovico va al encuentro de su amo y le da una somanta de palos simulando que cree que se trata de Beatrice y llamándole mujer infiel e indecente. Así, aunque cornudo sin saberlo y además apaleado, el hombre se muestra satisfecho de tener un criado y una esposa tan ejemplares.

8. EL HILO DE SISMONDA (Neífile). El rico pero plebeyo Arriguccio, por ennoblecerse, se casa con una noble joven llamada Sismonda,  que al poco tiempo se enamora de un joven llamado Roberto. El marido se da cuenta de que su mujer duerme con un hilo de bramante atado al pie. Siguiendo el hilo, él descubre que le sirve para comunicarse con su amante y una noche, mientras Sismonda duerme, el amante se topa con el marido e inicia una pelea con éste en la oscuridad, aunque el joven se escapa. Entretanto, Sismonda acuesta en su lecho a la criada, a quien el marido, al regresar, pega y le corta el cabello, y después corre a avisar a la familia de la mujer. La mujer se las arregla para que todos lo crean borracho; la familia queda convencida de ello y castiga al celoso marido.

9. EL ARBOL ENCANTADO (Pánfilo).  Lidia, esposa de Nicostrato, ama a Pirro, su criado, que, no creyéndola, le pide tres pruebas en señal de lealtad. Sin saber cómo burlar la vigilancia del marido, la mujer se pone de acuerdo con su amante para que simule que al subirse en un peral se ve lo que no ocurre. Y aprovechan el momento en que el marido se sube en él para solazarse delante de él y decir luego que no es cierto lo que ha visto porque es producto del encantamiento del árbol.

10. LAS COMADRES EN EL PURGATORIO (Dioneo). Tingoccio y Meuccio, dos sieneses, aman a una mujer, comadre de Tingoccio. Hacen el pacto de que el que primero muera regresará a decirle al otro lo que sucede en el más allá. Tingoccio muere y se aparece al otro diciendo que está en el purgatorio por otros pecados pero que allí no tienen en cuenta lo de acostarse con comadres.

4.- CARACTERÍSTICAS FORMALES: SU TÉCNICA NARRATIVA Y LOS RECURSOS EXPRESIVOS EMPLEADOS.
              
  4.1.-LA ESTRUCTURA Y LA TÉCNICA NARRATIVA: la estructura interna es uno de los aspectos más innovadores del libro: ofrece el modelo del relato enmarcado, empleando el sistema de múltiple inserción, uno dentro de otro. Gracias a esta técnica, utilizadas también por Chaucer y Don Juan Manuel, se supera el género de las colecciones de cuentos, de amplia tradición tanto en oriente como en occidente.
                Podemos encontrar tres niveles de inserción de un marco narrativo en otros:
1º- Marco del autor, en el que éste habla a sus lectoras y que queda  en el exterior de las narraciones.
2º- Marco de los narradores: lo conforma las introducciones y las conclusiones de cada jornada y las rápidas transiciones entre un relato y el siguiente. Aquí  se perfila la línea narrativa principal con la vida de estos personajes-narradores recluidos en un locus amoenus huyendo de la peste que asola Florencia en 1348. Estos narradores son diez: Fiammetta, amada del poeta; Lauretta, Neifile, Filomena, Emilia, Pánfilo, Filóstrato, Dioneo, Pampinea, Elisa y Neifile. Cada narrador imprime su carácter a las narraciones de la jornada que preside. Los diez narradores (siete mujeres y cuatro hombres)  cuentan diez cuentos cada noche durante diez días sobre el tema que el rey o la reina de esa jornada determine. Cada jornada finaliza con una canzone que entona uno de esos diez narradores.
                El narrador de la séptima jornada es Dioneo, lujurioso, festivo y desenfadado, por ello se centra la jornada sobre las burlas que por amor o por su propia salvación las mujeres han hecho a sus maridos, habiéndose ellos apercibido o no. Esta jornada, de carácter cómico y realista, plantea la astucia o habilidad de para salir de las situaciones difíciles, en este caso ligadas a lo erótico.
3º- Marco de los cuentos: son los relatos autónomos, con un principio o planteamiento, un nudo central y una conclusión. A veces, los protagonistas de estos relatos contados por los diez personajes-narradores, se convierte, a su vez, en narradores de otros cuentos.

4.2.- EL ESPACIO: los jóvenes se refugian de la peste en un locus amoenus, un lugar alejado de la ciudad Florencia, en el que la naturaleza idealizada es un marco perfecto para la evasión física y moral y para la regeneración interior. Concretamente el espacio del marco de los narradores de la séptima jornada se desarrolla en El valle de las damas, lugar paradisíaco que contrasta con el espacio interior de los cuentos, más variado y realista.
                Las alusiones geográficas concretas al entorno de Florencia, al igual que los personajes, ambientes, ambientes o datos verosímiles, aumentan el tono realista de la obra.

4.3.- EL TIEMPO: se diferencia el tiempo externo del marco de los narradores, los diez días de 1348 durante la peste, del tiempo interno de los relatos, el cual se acelera cuando los personajes hablan en estilo directo, de manera que la obra adquiere realismo y vitalidad.

4.5.- PERSONAJES: aparece en la obra un amplío abanico de personajes: nobles y plebeyos, mercaderes y campesinos, históricos y ficticios… Por un lado encontramos los diez personajes-narradores, y por otro, los personajes de los relatos, en los que destacan las figuras femeninas, activas, inteligentes y desenvueltas. Constituyen una auténtica réplica a la figura femenina pasiva, idealizada e irreal de la tradición. En estas mujeres superan con su ingenio situaciones arriesgadas, burlando, si es necesario, al hombre, especialmente si es su marido. La mujer se equipara al hombre al tener acceso a los placeres de la vida, al amor, la libertad y la aventura.
                En general, los personajes son complejos, “redondos”, bien diseñados, con aspectos positivos y negativos. Los narradores tienen nombres simbólicos.


4.5.- ESTILO Y RECURSOS LITERARIOS: el predominio de la narración es casi absoluto, con períodos amplios, rítmicos y bien estructurados. Apenas hay fragmentos descriptivos. Los diálogos son escasos y breves, reproducen el habla coloquial y espontánea, y están integrados, con frecuencia, en la narración en estilo indirecto. Todos estos factores hacen que el estilo sea muy ágil, creando la impresión de una narración oral.
                Boccaccio combina el estilo humilde y cómico para referirse al presente, a la sociedad burguesa, con un lenguaje ágil, directo y descarado, rico en equívocos verbales, con un estilo elevado, trágico y aristocrático, referido sobre todo al pasado, ambientado en ambientes cortesanos, villas y jardines estilizados. Aunque su registro léxico es amplísimo, es estilo es bienhumorado y mordaz, ajeno a toda pretensión educativa ni moralizante.
                En toda la obra hay un juego de contrarios, de parejas que se oponen, como las parejas de oposición realista puerta abierta/puerta cerrada, fuera/dentro, fidelidad/traición, o la pareja de oposición abstracta verdadero/falso, o maridos necios/mujeres sabias.
                Destaca en muchos relatos la utilización de una técnica casi teatral, en la que la mujer protagonista del cuento se convierte en la directora de escena que dirige con sus palabras, miradas o gestos a otros personajes a los que conduce al final por ella deseado.  Tiene lugar así una escenificación cómica y caricaturesca de situaciones exageradas, a veces obscenas.
                Las metáforas sexuales están continuamente en el habla cotidiana, y son utilizadas frecuentemente por el autor como equívocos con palabras de la vida cotidiana. La ironía es un recurso eficaz para contribuir a la comicidad. 


                5. VALORACIÓN PERSONAL DEL TEXTO Y RELACIÓN CON OTRAS             MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS Y TEMAS DE ACTUALIDAD.

El Decamerón es una obra medieval que proporcionó un nuevo  modelo literario en toda Europa utilizando, además, un nuevo idioma. Presenta el retrato de una sociedad que hasta entonces no había aparecido en la literatura, en una época de cambios en la sociedad europea. Elementos de la nueva mentalidad del Renacimiento, como la postura vitalista, incluso hedonista, aparecen en esta obra y continúan en la sociedad actual.
Otro tema importantísimo es el que toma la mujer en esta novela. Las mujeres en la Edad Media habían sido asociadas con lo diabólico, lo siniestro, la sede de todos los vicios en cuanto a descendiente de Eva y en la literatura la mujer ha había sido tratado como un objeto bello, noble, puro, divino, era un ser amado y que no ama, aunque sí hacia sufrir al poeta, siendo así un ser pasivo, casi inexistente, objeto del amor del poeta. Boccaccio sin embargo le da vida a la mujer, la pone en las mismas condiciones del hombre dando voz a siete mujeres para expresar su sentir a través de sus historias, en las que el papel de la mujer es hábil, agudo, descarado, ingenioso. Es una visión muy cercana al proceso de igualdad de sexos que en nuestra sociedad se gesta, y que si bien está aún incompleto, hace grandes avances. Por desgracia esto no es así en todas las culturas, pues hay todavía muchas en las que la mujer está supeditada al hombre, es un mero objeto de su posesión, y carece que cualquier derecho a elección.
Otro aspecto relacionado con la sociedad actual es la laicización de la sociedad, especialmente en la cultura occidental, donde tiende ateísmo, al agnosticismo, o al menos a una clara diferenciación entre los poderes políticos y religiosos.
El efecto terapéutico de la Literatura, y de las artes en general es el marco en el que se encuadran las historias de El Decamerón, pues en la narrativa se refugian los personajes que huyen de la epidemia de peste. En distintas situaciones de crisis, como la actual, no es extraño que la lectura ofrezca una evasión, o incluso, como en el período del Barroco, o en la época actual, con la devaluación de la moneda argentina con el “corralito”, se desarrolle la creatividad artística de forma notable.
La herencia boccacciana es muy destacada en muchos ámbitos artísticos, e incluso en la vida cotidiana, donde se festeja el espíritu optimista y la comicidad de su obra maestra.
En la Literatura la obra más influyente de Boccaccio fue sin duda el Decamerón. En España, la primera traducción de la obra es la anónima catalana de 1429. Desde entonces han sido numerosísimas las ediciones de la obra. El género del relato o novela corta —del italiano novella, que pasó al español como «novela»— tardó en cuajar en la literatura castellana. Son obras claramente deudoras del Decamerón las Novelas ejemplares (1613), de Cervantes, o las Novelas a Marcia Leonarda (1621–1624), de Lope de Vega.
Este tipo de recopilación de relatos, entre los cuales está El Decamerón, tuvo éxito entre la nobleza refinada y entre la naciente burguesía de la época. Es importante citar la similitud con la obra “El Heptamerón” (1558-59) de la reina Margarita de Navarra, o versiones actuales como “El Decamerón de las mujeres” (1985), de la escritora rusa  Julia Wosnessenskaja en la que diez mujeres que están a punto de parir deben permanecer encerradas en un hospital de Leningrado por cuarentena, y se distraen contando cuentos.
Diversas obras de teatro, desde Lope de Vega, Shakespeare, Molière, Goethe o Alejandro Casona, han tomado como base relatos del Decamerón.
En la pintura la más célebre representación es la de  Botticelli, pintor cuatrocentista italiano, también hizo una interpretación de éste Historia de Nastgio degli Onesti.  Sus obras se caracterizan por la evocación de lo antiguo, la observación de la naturaleza de manera que se pueda reflejar fielmente en la pintura y el dominio de la perspectiva. El artista pintó un tríptico basado en la novela octava de la quinta jornada del libro: Nastagio de los Onesti, caballero de noble linaje, se enamoró de una joven y bella dama que lo rechazaba y  lo trataba con mucha crueldad mientras que él no podía dejar de amarla. Un día, al acampar fuera de la ciudad, Nastgio se encontró con una mujer desnuda que pedía piedad y que estaba acompañada de dos mastines que no paraban de morderla ferozmente. Él fue a socorrerla y un caballero lo detuvo. Éste le contó que estaba muerto al igual que la joven, quien lo había despreciado cruelmente mientras vivían y, por ello, sufría el castigo que merecía. Nastagio se vio identificado con él y llevó a ese mismo lugar a su amada y a toda su familia que vieron aquel horrible acontecimiento. La amada, por miedo a que le ocurriera lo mismo, se casó con él y desde entonces todas las mujeres fueron más dóciles a los deseos de los hombres. (novela octava, jornada V: “El infierno de los amantes crueles”). El cuadro que está en el Museo del Prado en Madrid. Otros pintores que se inspiraron en la obra fueron, por ejemplo, clásicos como el Ghirlandaio, o posteriores como Franz Xaver Winterhalter, quien pintó un cuadro en el año 1837 en el cual aparecen las siete mujeres y los tres hombres protagonistas de la novela de Boccaccio, y que llegó a ser apreciado por la perfección de la vestimenta, John William Waterhouse, pintor prerrafaelita quien pintó en 1916 El DecamerónA Tale from the Decameron. Artistas modernos como Chagall o Dalí también hicieron interpretaciones de la obra italiana.
En la música se puede citar la opereta Boccaccio del compositor ítalo-austríaco del siglo XIX Franz von Suppé. En 1975 se realizó un musical sobre el tema.
                En el cine se han realizado, desde mitad del siglo XX, diversas adaptaciones, entre las que destacan El Decamerón (1971) de Pier Paolo Pasolini, dentro de su serie de adaptaciones literarias titulada “la trilogía de la vida” o Aprendiz de caballero (2007) de David Leland. Otros cuentos del autor fueron adaptados en Boccaccio ’70  (1962) por cuatro de los autores más importantes de la historia del cine italiano: Vittorio De Sica, Federico Fellini, Luchino Visconti y Mario Monicelli. En fecha más reciente, Woody Allen, en su película, A Roma con amor (2012)  hace una versión moderna de varios relatos, siendo la protagonista femenina Penélope Cruz.

Interpretación de Botticelli de una de las historias del Decamerón. (Museo del Prado)
Nueve de los jóvenes protagonistas del Decamerón representados por John William Waterhouse en A Tale from Decameron, 1916, Lady Lever Art Gallery, Liverpool.








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