BIENVENIDOS AL BLOG DE LITERATURA UNIVERSAL DEL IES JOAQUÍN RODRIGO EN MADRID.

"La eternidad es una rara virtud de la literatura". Adolfo Bioy Casares.







4º ESO LIU

domingo, 28 de noviembre de 2010

DANTE


Escultura de Dante en la Plaza de Santa Croce ( Florencia), iglesia donde está su tumba. Hasta el siglo XIX no reivindió Florencia la figura de su hijo Dante, construyendo la tumba que hoy existe en la Basilica de la Santa Croce, a donde sus restos jamás fueron trasladados. Esta es la razón de que la tumba de Florencia esté vacía y de que el poeta que caminó por el infierno, el purgatorio y el paraíso, tenga dos tumbas, una vacía en su patria, con la leyenda Onorate l’altissimo poeta (Honrad al más alto poeta), y otra donde sus restos descansan lejos de la tierra que amó( Rávena)


Tanto gentile

Tanto es gentil el porte de mi amada,
tanto digna de amor cuando saluda,
que toda lengua permanece muda
y a todos avasalla su mirada.

Rauda se aleja oyéndose ensalzada
-humildad que la viste y que la escuda-,
y es a la tierra cual celeste ayuda
en humano prodigio transformada.

Tanto embeleso el contemplarla inspira,
que al corazón embriaga de ternura:
lo siente y lo comprende quien la mira.

Y en sus labios, cual signo de ventura,
vagar parece un rizo de dulzura
que el alma va diciéndole: ¡Suspira!

Versión de: Carlos López Narváez




CANTO I ENTRADA EN EL INFIERNO DE LA DIVINA COMEDIA

A mitad del camino de la vida
en una selva oscura me encontraba
porque mi ruta había extraviado.

¡Cuán dura cosa es decir cuál era
esta salvaje selva, áspera y fuerte
que me vuelve el temor al pensamiento!

Es tan amarga casi cual la muerte;
mas por tratar del bien que allí encontré,
de otras cosas diré que me ocurrieron.

Yo no sé repetir cómo entré en ella
pues tan dormido me hallaba en el punto
que abandoné la senda verdadera.

Mas cuando hube llegado al pie de un monte,
allí donde aquel valle terminaba
que el corazón habíame aterrado,

hacia lo alto miré, y vi que su cima
ya vestían los rayos del planeta
que lleva recto por cualquier camino.

Entonces se calmó aquel miedo un poco,
que en el lago del alma había entrado
la noche que pasé con tanta angustia.

Y como quien con aliento anhelante,
ya salido del piélago a la orilla,
se vuelve y mira al agua peligrosa,

tal mi ánimo, huyendo todavía,
se volvió por mirar de nuevo el sitio
que a los que viven traspasar no deja.

Repuesto un poco el cuerpo fatigado,
seguí el camino por la yerma loma,
siempre afirmando el pie de más abajo.

Y vi, casi al principio de la cuesta,
una onza ligera y muy veloz,
que de una piel con pintas se cubría;

y de delante no se me apartaba,
mas de tal modo me cortaba el paso,
que muchas veces quise dar la vuelta.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL MITO DE CUPIDO Y PSIQUE



Un rey y una reina tenían tres hijas, de las cuales la menor, llamada Psique, era la más inteligente y bella.

Tantas eran sus virtudes que despertó los celos de Venus, la diosa del amor y la belleza, quien decidió mandar a su hijo Cupido a herirla con una de sus flechas, para que se enamorara del peor monstruo de la tierra.

Cuando se disponía a cumplir la orden, Cupido se pinchó accidentalmente con una de sus flechas y al instante quedó perdidamente enamorado de Psique.

Tan grande era su pasión que decidió pedir ayuda a Apolo, el dios de la luz y la verdad, para ganar su amor, quien hizo desaparecer de inmediato a todos los demás pretendientes.

El rey, intrigado por esta situación, también pidió consejo al dios Apolo, quien le recomendó que la llevara a la cumbre de una montaña para que un dios la desposara.

Como no era bueno contrariar a los dioses, a pesar del dolor por tener que separarse de su hija, los padres cumplieron con su mandato.

Cuando Psique se quedó sola, lloró desconsoladamente hasta quedarse dormida. Cuando despertó, se encontró recostada sobre una alfombra de hierba fresca, en el jardín de un magnífico palacio, escuchando una voz que le decía que ese palacio era suyo y que podía disponer de todo lo que había.

Sin saberlo se había convertido en la amada esposa de Cupido, quien sólo la visitaría por las noches, para que Psique jamás pudiera ver su rostro, porque deseaba ser querido como un hombre y no como un dios.

Si alguna vez su curiosidad la vencía, ambos se separarían para siempre, porque donde hay amor no debe existir la desconfianza.

Pero como Psique se aburría durante el día, quiso que vinieran sus hermanas a visitarla, deseo que su esposo le concedió, aún sospechando que no sería una feliz decisión.

Al ver la felicidad y la opulencia en que vivía Psique se apoderó de ellas la envidia y decidieron urdir un plan para arruinarle la vida.

Apelando al hecho que Psique nunca había visto a su marido, sus hermanas le llenaron la cabeza de dudas y recelos, forzándola a descubrir su rostro mientras dormía y a llevar un cuchillo por las dudas.

Fue así como una noche Psique se atrevió a iluminar su semblante con una lámpara, quedando maravillada por la gracia y belleza de Cupido, que al ver la luz se despertó, decidiendo marcharse, por no haberse respetado su condición.

En su desesperación, Psique pidió ayuda a los dioses, quienes le dijeron que tendría que pedirle perdón a Venus, la madre de Cupido, a quien sin saberlo había ofendido.

Venus la despreció, sin embargo le dio una oportunidad; tendría que pasar tres duras pruebas, que eran más que imposibles de realizar, pero que Psique logró cumplir con la ayuda de la naturaleza, que la quiso ayudar.

Venus la acusó de hechicera; y deseando vencerla, la sometió a una última prueba aún más difícil. Debería bajar al Averno y llenar un cofre con una parte de la belleza de Proserpina, deidad de vida, muerte y resurrección y base de un mito de la primavera.

Sabiendo que eso era más que imposible, Psique decidió suicidarse arrojándose desde lo alto de una torre. Pero antes de caer al vacío escuchó una voz que le prometió guiarla durante su travesía; pero con la condición que una vez que se llenara el cofre con la belleza de Proserpina no debería abrirlo jamás.

Psique hizo todo lo que le aconsejó la extraña voz, pero un deseo vehemente de curiosidad la obligó a abrir el cofre.

Cuando la caja se abrió, un sueño mortal la invadió y se desplomó sobre el camino como fulminada por un rayo.

Cupido, que la había estado buscando, la encontró, pudo volver a encerrar el sueño en el cofre y después la despertó con un beso.

La alzó con suavidad y levantó vuelo llevándola con él hasta el monte del Olimpo, donde Júpiter, dios del firmamento los unió oficialmente en matrimonio para siempre.

lunes, 15 de noviembre de 2010

PARZIVAL DE WAGNER



Wagner recoge la tradición artúrica y se centra en el personaje de Parzival y la búsqueda del Santo Grial. Vemos cómo en el S. XIX sigue viva toda la tradición artúrica. Y sigue hasta nuestros días.

martes, 9 de noviembre de 2010

EL ANILLO DE LOS NIBELUNGOS DE R. WAGNER

 
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